lunes, 26 de noviembre de 2012

PORCOFILIA. El amor a los cerdos es un estado de comunidad total entre el hombre y el cerdo. Estos se crían como miembros de la familia, duermen con ellos, lloran por ellos cuando están enfermos y les dan los mejores bocados. Pero incluye además el sacrificio obligatorio de los cerdos y su consumo en una ceremonia especial. El clímax de este amor es la incorporación de la carne de cerdo a la carne del anfitrión humano y del espíritu del cerdo, al espíritu de los antepasados, durante el gran festín que se celebra una o dos veces por generación, en el que se consumen todos los cerdos.
PORCOFOBIA. Antes del Renacimiento, se consideraba al cerdo como un animal sucio y propenso a contagiar enfermedades, posteriormente muchas investigaciones demostraron que la carne de cerdo producía tuberculosis y esto hizo aumentar el rechazo que ya se tenía a este animal
  • ENFERMEDADES
El cerdo es un vector de enfermedades humanas pero también lo son otros animales domésticos que musulmanes y judíos consumen sin restricción alguna:
  • La carne de vaca poco cocida es fuente de parásitos, en especial Tenias. Pueden crecer de 16 a 20 pies dentro de los intestinos del hombre, produce una anemia grave y reduce la resistencia a otras enfermedades infecciones
  • El ganado vacuno, las cabras y las ovejas, transmiten también la Brucelosis, una infección bacteriana corriente en los países subdesarrollados a la que acompaña fiebre, escalofríos, sudores, debilidad, dolores y achaques. Una de las más peligrosas es la Brucelosis melitensis, que transmiten las cabras y las ovejas. Sus síntomas son letargo, fatiga, nerviosismo y depresión mental, a menudo interpretados erróneamente como psiconeurosis.
  • El ganado vacuno, ovejas, cabras, caballos y mulas, pero no los cerdos transmiten el Ántrax. Enfermedad que experimenta a menudo un desarrollo rápido que empieza con furúnculos en el cuerpo y produce la muerte por envenenamiento de la sangre. Las grandes epidemias de ántrax que sitúan antiguamente Europa y Asia sólo pudieron ser controladas tras el descubrimiento de los antibióticos y la vacuna contra el ántrax realizado por Louis Pasteur en 1881.
  • La carne de cerdo poco cocida provoca la Triquinosis, que rara vez tiene consecuencias funestas y que ni siquiera produce síntomas en la mayor parte de los individuos afectados

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