Prometeo era hijo de Jápeto y
la oceánide Asia o de la también
oceánide Clímene.
Era hermano de Atlas, Epimeteo y Menecio, a los que superaba en
astucia y engaños. No tenía miedo alguno a los dioses, y ridiculizó a Zeus y su poca
perspicacia. Sin embargo, Esquilo afirmaba
en su Prometeo encadenado que era hijo
de Gea o Temis.
Según una versión minoritaria, el gigante Eurimedonte violó
a Hera cuando ésta era una
niña y engendró a Prometeo, lo que causó la furia de Zeus.
Indignado
por este engaño, Zeus privó a los hombres del fuego. Prometeo decidió robarlo,
así que subió al monte Olimpo y lo cogió del carro de Helios (en
la mitología posterior, Apolo) o de la forja de Hefesto y
lo consiguió devolver a los hombres en el tallo de una cañaheja, que arde
lentamente y resulta muy apropiado para este fin. De esta forma la humanidad
pudo calentarse.Prometeo fue un gran benefactor de la humanidad. Urdió un
primer engaño contra Zeus al realizar el sacrificio de un gran buey que dividió
a continuación en dos partes: en una de ellas puso la piel, la carne y las
vísceras, que ocultó en el vientre del buey y en la otra puso los huesos pero
los cubrió de apetitosa grasa. Dejó entonces elegir a Zeus la parte que
comerían los dioses. Zeus eligió la capa de grasa y se llenó de cólera cuando
vio que en realidad había escogido los huesos. Desde entonces los hombres
queman en los sacrificios los huesos para ofrecerlos a los dioses, pero la
carne se la comen.
En
otras versiones (notablemente, el Protágoras de Platón),
Prometeo robaba las artes de Hefesto y Atenea,
llevándose también el fuego porque sin él no servían para nada, y
proporcionando de esta forma al hombre los medios con los que ganarse la vida.
Para
vengarse por esta segunda ofensa, Zeus ordenó a Hefesto que
hiciese una mujer de arcilla llamada Pandora.
Zeus le infundió vida y la envió por medio de Hermes a
Epimeteo, el hermano de Prometeo, en cuya casa se encontraba la jarra (en
otras versiones un baúl o una caja) que contenía todas las desgracias (plagas,
dolor, pobreza, crimen, etcétera) con las que Zeus quería castigar a la
humanidad. Epimeteo se casó con ella para aplacar la ira de Zeus por haberla
rechazado una primera vez a causa de las advertencias de su hermano para que no
aceptase ningún regalo de los dioses y quien en castigo sería encadenado.
Pandora terminaría abriendo el ánfora,
tal y como Zeus había previsto.
Tras
vengarse así de la humanidad, Zeus se vengó también de Prometeo e hizo que lo
llevaran al Cáucaso, donde fue encadenado por Hefesto con
la ayuda de Bía y Cratos. Zeus
envió un águila (hija de los monstruos Tifón y Equidna) para que se comiera el hígado de
Prometeo. Siendo éste inmortal, su hígado volvía a crecerle cada noche, y el
águila volvía a comérselo cada día. Este castigo había de durar para siempre,
pero Heracles pasó
por el lugar de cautiverio de Prometeo de camino al jardín de las Hespérides y
lo liberó disparando una flecha al águila. Esta vez no le importó a Zeus que
Prometeo evitase de nuevo su castigo, al proporcionar la liberación más gloria
a Heracles, quien era hijo de Zeus. Prometeo fue así liberado, aunque debía
llevar con él un anillo unido a un trozo de la roca a la que fue encadenado.
Agradecido,
Prometeo reveló a Heracles el modo de obtener las manzanas de las Hespérides.
Sin
embargo, en otra versión Prometeo fue liberado por Hefesto tras revelar a Zeus
el destino de que si tenía un hijo con la nereida Tetis,
este hijo llegaría a ser más poderoso que su padre, quien quiera que éste
fuera. Por ello Zeus evitó tener a Tetis como consorte y el hijo que tuvo ésta
con Peleo fue Aquiles quien,
tal y como decía la profecía, llegó a ser más poderoso que su padre.
La Biblioteca mitológica recoge una
versión según la cual Prometeo fue el creador de los hombres, modelándolos con
barro. Prometeo se ofreció ante Zeus para cambiar su mortalidad por la
inmortalidad de Quirón cuando éste fue herido accidentalmente por
Heracles, lo que le produjo una herida incurable.
Pellón ¡
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